Los niños proyectan en sus dibujos, la evidencia del abuso sexual.
Agosto 12, 2019 por Jorge Marcich
El dibujo libre es una técnica proyectiva, recomendada como estrategia analítica hacia el inicio del proceso diagnóstico, en psicoterapias, en el juego libre y otras instancias que promuevan la expresión espontánea de emociones y/o sensaciones. Su uso es frecuente en el contexto infantojuvenil, sin embargo, también es aplicable en adultos. Esta técnica proyectiva, pretende recopilar información acerca de las expectativas, intereses, valores y todas aquellas temáticas que afectan emocionalmente al que ejecuta el dibujo, temas que pueden surgir espontáneamente en una creación gráfica y ser interpretadas por el experto, atendiendo a la realidad sociocultural del sujeto dibujante, a su individualidad, al grado de integración y organización de su personalidad, así como a la capacidad motriz de expresión simbólica; todo con el objeto de minimizar el sesgo en la interpretación de signos gráficos.
Como toda técnica proyectiva, la del dibujo libre, debe ser analizada aplicando una visión gestáltica, es decir, comprendiendo el conjunto y las relaciones entre los elementos, mas, en ningún caso, asignando relevancia absoluta a los datos gráficos por separado; asimismo, es menester seguir un procedimiento de análisis detallado de los aspectos estructurales-formales y de contenidos propuestos para esta técnica y un análisis de convergencia y recurrencia que permitirá sintetizar sobre la base de elementos repetitivos, aquellos rasgos significativos que pueden aportar a un diagnóstico específico.
El dibujo infantil es una manifestación gráfica llena de simbolismos espontáneos que hablan de la intimidad psicoemocional del infante. La condición de dibujo libre, promueve con mayor fuerza la exteriorización de significados, a través de imágenes que pueden o no tener sentido aparente para el analista, pero que en rigor, siempre tienen un significado intrínseco para el niño. Al respecto, el abuso sexual habla por sí solo a través de los dibujos infantiles, es por ello que acontinuación expongo 6 casos, algunos seleccionados de distintas fuentes y otros casos que he recopilado de algunos de mis pacientes, los cuales han accedido a que muestre su material con afán académico.
Muchas explicaciones son fuertes y las imágenes son explícitas, sin embargo, es mucho más fuerte obviar esta información que puede ser el primer llamado de atención o de auxilio que el niño da a conocer a su medio familiar o escolar.
Sin perjuicio de lo anterior, la idea no es alertar sin fundamento, dado que este artículo sólo pretende mostrar la importancia de contar con la formación profesional necesaria para desarrollar un diagnóstico certero, por lo tanto, la primera recomendación es que ante este tipo de indicios, lo mejor es consultar a uno o varios profesionales competentes para que desarrollen el estudio completo del caso y descarten variables gráficas que en ocasiones son intensas e incluso agresivas, pero no refieren abuso sexual alguno.